La Clarity Act y la tokenización de los activos de todo el mundo

Hoy os traigo frases de la película Annie Hall, de Woody Allen. Una comedia genial de 1977:

«El sexo es lo más divertido que he hecho sin sonreír.»

«No critiques la masturbación. Es sexo con alguien a quien amo.»

Hay un chiste viejo… dos ancianas están en un resort de las montañas Catskill, y una de ellas dice: «Vaya, la comida en este sitio es realmente terrible». La otra dice: «Sí, lo sé; y qué pequeñas porciones». Bueno, así es esencialmente como me siento sobre la vida: llena de soledad, y miseria, y sufrimiento, e infelicidad, y todo se acaba demasiado rápido.

Me di cuenta de lo maravillosa que era, y de lo divertido que era tratarla y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: «Doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina». Y el doctor responde: «¿Por qué no lo mete en un manicomio?». Y el tipo le dice: «Lo haría, pero necesito los huevos». Pues eso, más o menos, es lo que pienso sobre las relaciones humanas; son totalmente irracionales, y locas, y absurdas, pero supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, necesitamos los huevos.

Firmé mi primera hipoteca en 1990. Era una vivienda en la población de Santa Ana, junto a Cartagena. El banco era La Caixa, el tipo al que firmé esa hipoteca era el 19,95%. Si, ya sé, hoy a esos tipos son las tarjetas de crédito. El precio de la casa eran 6.000.000 de pesetas (unos 36.000€ de hoy), de 10 años de duración. Los procesos de compraventa, etc no han cambiado mucho, aunque se puedan firmar contratos en notarías de manera virtual, etc. El mundo que viene permitirá a los bancos y entidades de crédito, realizar una compraventa mediante un smart contract que se inicie al momento de la Compra-venta, probablemente sin intervención externa de nadie que lo valide, porque habrá una blockchain que lo haga por nosotros. Las condiciones irán dentro del smart contract, te lo cuento aquí:

El día de la compraventa en blockchain

La vivienda ya está terminada. La promotora la tiene lista para entregar, pero aún queda un detalle pendiente: debe devolver al banco el préstamo promotor que financió la construcción. Al mismo tiempo, el comprador ha conseguido la aprobación de una hipoteca con ese mismo banco para poder pagar el piso.

En un sistema tradicional, hoy habría firmas en notaría, transferencias, cancelaciones registrales y un buen montón de papeles. Pero en este caso, todo se resuelve con un smart contract.

El contrato ya está programado

Antes del gran día, las condiciones se escribieron en la blockchain:

  • El precio exacto de la vivienda.

  • Que el banco debe cobrar primero lo que falta del préstamo promotor.

  • Que el resto del dinero va directo a la promotora.

  • Que el comprador obtendrá la vivienda como propietario una vez completado el pago.

  • Que el banco quedará inscrito como acreedor hipotecario.

Todo está ahí, en el código, listo para ejecutarse.

La hipoteca entra en juego

El banco libera el dinero de la hipoteca. Los fondos no van ni a la promotora ni al comprador, sino al smart contract, que actúa como una caja fuerte programada para soltar el dinero solo si se cumplen todas las condiciones.

La magia del automatismo

El contrato empieza a comprobar:

  • ¿Está la vivienda libre de cargas adicionales? ✅

  • ¿Está registrado el préstamo promotor pendiente? ✅

  • ¿Se han transferido los fondos hipotecarios? ✅

Como todo está en orden, el contrato se activa:

  • Transfiere la parte necesaria del dinero al banco para liquidar el préstamo promotor.

  • Envía el resto a la promotora como beneficio de la venta.

  • Inscribe al comprador como nuevo propietario en el registro digital de la vivienda.

  • Inscribe también al banco como acreedor hipotecario de ese inmueble.

El resultado, sin papeles

En cuestión de segundos, la vivienda cambia de manos, la promotora cobra, el banco asegura su hipoteca y el comprador ya es dueño de su nuevo hogar. Todo a través de Blockchain. Notarios y Registradores harían bien en desarrollar la infraestructura que les permita gestionar esto.

La confianza no depende de personas, sino de un código transparente, inmutable y automático que ha ejecutado los pasos pactados uno tras otro, sin margen de error ni retraso.

En un mundo digital, todo será digital. Una compraventa, un contrato de alquiler, suministro de aguas, etc. La Blockchain actuará como un juez, notario y abogado al mismo tiempo. Es el mundo tokenizado. El camino está llevándonos a eso. Las leyes que EEUU está aprobando van en ese camino:

La Ley Clarity for Digital Tokens Act: objetivos y alcance

La Clarity for Digital Tokens Act of 2021 fue presentada en la Cámara de Representantes de EE.UU. por el congresista Patrick McHenry con el fin de despejar la incertidumbre regulatoria sobre los tokens digitales. Inspirada en la propuesta de “safe harbor” de la comisionada de la SEC Hester Peirce, la ley crea un “puerto seguro” para que los proyectos nuevos de tokens puedan desarrollarse sin registrarse inmediatamente como valores, siempre bajo ciertas condiciones. En palabras de McHenry, el objetivo es que el sistema regulatorio abraza la nueva tecnología y la innovación, proporcionando un puerto seguro para proyectos de activos digitales emergentes, mientras mantiene importantes protecciones al inversor. De este modo se busca que Estados Unidos lidere el sector blockchain – en lugar de quedar atrás –, evitando que las empresas y empleos asociados migren al extranjero por falta de claridad jurídica.

La ley establece básicamente un sandbox regulatorio temporal: los desarrolladores tienen hasta 3 años (contados desde la primera venta del token) para lanzar su red. Durante ese periodo quedan exentos de registrar sus tokens como valores siempre que cumplan requisitos de transparencia. Específicamente, deben informar cada seis meses al regulador (SEC) sobre el estado de la red: por ejemplo, publicar el código fuente, detallar la economía del token, ventas previas, perfil del equipo emisor, y planes para alcanzar la “madurez” de la red. Al final del plazo, los promotores deben reportar si la red ya ha alcanzado su “madurez”.

Según la ley, una red madura puede ser de dos tipos:

  • Red descentralizada: Ningún actor controla de forma significativa la red. Por ejemplo, el equipo desarrollador original no puede retener más del 20% de los tokens ni del poder de consenso.

  • Red funcional: El token circula y se utiliza efectivamente para su función prevista (medio de intercambio, pago o acceso a servicios) dentro de la red.

Si al cabo de los 3 años uno de estos criterios se cumple, el token deja de considerarse automáticamente un “contrato de inversión” y no requiere registro como valor. En cambio, si la red no alcanza madurez al término del plazo, el emisor debe registrar el token bajo las leyes de valores tradicionales. De esta forma, la ley distingue implícitamente entre tokens utilitarios en redes maduras y tokens especulativos.

Clasificación de activos digitales según la ley

La Clarity Act define al token digital como una representación electrónica de valor o derechos en un registro compartido (por ejemplo, blockchain). Sin embargo, lo esencial de la ley es cuándo y cómo deja de considerarse un valor.

  • Token en desarrollo: Durante los primeros años, un token emitido para crear o alimentar una nueva red descentralizada o funcional queda en un limbo regulatorio: se le otorga un «puerto seguro» y no se registra como valor si los desarrolladores siguen las reglas del sandbox.

  • Token maduro: Una vez que la red alcanza madurez (descentralización o uso real del token), el token pasa a verse como utilitario o de acceso. En este punto la SEC ya no lo trataría como un contrato de inversión, pues sus titulares lo usan con fines operativos y no sólo para especular.

En resumen, la ley propone la siguiente clasificación práctica: tokens técnicos utilizados en redes maduras (permitidos sin registro), frente a tokens de inversión en proyectos no desarrollados (sujetos a ley de valores).

Importancia para las finanzas descentralizadas e innovación

Este marco legal tiene un fuerte impacto en finanzas descentralizadas (DeFi) y proyectos tokenizados. Al otorgar certeza legal temprana, la Clarity Act incentiva a emprendedores e inversores a experimentar dentro de EE.UU. en lugar de trasladarse a jurisdicciones más flexibles.

Organizaciones de la industria (Blockchain Association, ADAM, Coin Center, cámaras de comercio digitales) han apoyado la iniciativa, señalando que brinda la claridad necesaria para que los innovadores “construyan el futuro de las finanzas” sin temor a multas retroactivas. En la práctica, esto significa que redes descentralizadas de préstamos, mercados tokenizados o nuevas criptomonedas podrían lanzarse con un colchón regulatorio inicial: un sandbox donde crecer bajo supervisión hasta que sus token dejen de ser meras promesas especulativas.

El enfoque reconoce que la tecnología puede mejorar la eficiencia financiera global: por ejemplo, un informe del gobierno británico destaca que la tokenización permite representar activos financieros en un ledger común, habilitando datos en tiempo real, más transparencia y menores costos operativos. Las finanzas descentralizadas pueden aprovechar esto para transacciones más ágiles, liquidaciones inmediatas y nuevos servicios (como contratos inteligentes de entrega contra pago) que hoy aún requieren intermediarios (notarios, etc).

El Parlamento británico en Londres, sede del gobierno del Reino Unido. El país lanzó en 2025 una estrategia para digitalizar sus mercados financieros mayoristas, enfatizando que la tokenización permitiría representar activos como tokens en una plataforma común, mejorando la eficiencia y transparencia del sistema.

Regulación global de criptoactivos y tokenización

A nivel internacional, la tokenización avanza junto con marcos regulatorios variados. A continuación se destacan algunos enfoques en Europa y otras regiones clave:

  • Unión Europea – MiCA: En 2023 la UE aprobó el Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos (MiCA), vigente desde fines de 2024. MiCA crea reglas homogéneas para emisores de stablecoins (tokens referenciados a moneda fiduciaria) y criptoactivos, exigiendo transparencia y licencias. Por ejemplo, establece que los emisores deben publicar un whitepaper detallado (información clara sobre token y riesgos) y que los proveedores de intercambio y custodia deben estar autorizados por autoridades europeas. La CNMV española señala que MiCA refuerza la protección al inversor mediante mayor divulgación y que sólo operarán legalmente los exchanges autorizados (tras 2025). Sin embargo, MiCA no elimina la volatilidad inherente: advierte sobre riesgos altos de pérdida total, fraudes y falta de esquemas de indemnización en criptos.

  • Suiza: En 2021 entró en vigor la Ley DLT suiza, un cuerpo legal transversal que adapta varias normas para permitir la tokenización de activos. Introdujo los llamados “valores basados en DLT” en el Código de Obligaciones, creando una nueva categoría de títulos representados como tokens con la misma fuerza legal que acciones o bonos tradicionales. Gracias a esto, las empresas financieras suizas pueden emitir y transferir directamente por blockchain participaciones, sin documentos en papel. La ley también exige la segregación de criptoactivos en caso de quiebra del custodio y permite a los bancos mantener criptoactivos fuera de balance sin penalizar sus ratios de capital. Además, creó una licencia especial para plataformas de trading basadas en DLT, regulando intercambios entre tokens basados en blockchain. En conjunto, el enfoque suizo ofrece seguridad jurídica para innovar con tokens, estimulando la custodia institucional y la inclusión financiera al autorizar que estas plataformas atiendan clientes minoristas.

  • Alemania: El gobierno alemán promovió la digitalización de títulos valores. Desde 2020 existe un marco legal para emitir valores electrónicos (acciones, bonos) sobre blockchain en lugar de papel. El Ministerio de Finanzas explicó que la tecnología blockchain puede reemplazar certificados físicos, mejorando liquidez y cumplimiento normativo. En ese marco, la Autoridad de Supervisión Financiera alemana (BaFin) asume el rol principal para regular las acciones electrónicas basadas en blockchain, vigilar su emisión y sus registros descentralizados. La estrategia alemana apunta a modernizar los mercados de capitales y a mejorar la claridad regulatoria de los tokens financieros, poniéndose a la vanguardia europea en este ámbito.

  • Emiratos Árabes Unidos (EAU): Los EAU se han definido como un hub cripto global con regulaciones avanzadas. Por ejemplo, el centro financiero de Dubái (DIFC) aprobó en 2024 la Ley de Activos Digitales, que reconoce los tokens digitales como propiedad al amparo del derecho consuetudinario inglés, distinguiendo entre tokens de seguridad y otros activos cripto. Su regulador (DFSA) exige licencias específicas para cada actividad de criptoactivos en el DIFC. En Abu Dabi, la autoridad ADGM (FSRA) opera un marco propio que categoriza detalladamente los criptoactivos y los tokens de seguridad, permitiendo intercambios (exchanges), custodia y asesoría financiera bajo estrictos controles AML/CFT. En Dubái también existe la Autoridad de Activos Virtuales (VARA), que licencia proveedores de servicios de criptoactivos en el emirato. Gracias a estos esfuerzos, los EAU atraen empresas de blockchain y proyectos tokenizados a un entorno regulado, promoviendo la innovación financiera regional.

  • Singapur: Bajo la mirada pro-innovación de la Monetary Authority of Singapore (MAS), el país asiático creó tempranamente un marco sólido. La Payment Services Act (PSA) de 2020 puso los exchanges y wallets de criptomonedas bajo supervisión de la MAS. Desde entonces, los proveedores de servicios de cripto deben obtener licencias específicas que contemplan estrictas medidas AML/CFT y seguridad de los tokens. Para incentivar la innovación, Singapur exime del GST (IVA) a los tokens de pago digitales, y financia programas como el de Tecnología e Innovación Financiera (FSTI) para proyectos blockchain. El enfoque de Singapur ha sido “tech-neutral” y pragmático: adopta blockchain donde aporta eficiencia (mejor interoperabilidad y transparencia). Este ambiente regulatorio claro y favorable ha posicionado a Singapur como un destino global para negocios cripto, con múltiples licencias emitidas a plataformas locales en los últimos años.

Interoperabilidad entre jurisdicciones

La tokenización es, por naturaleza, transfronteriza, lo que plantea retos de coordinación legal. Organismos internacionales como el BIS advierten que sin acuerdos globales las stablecoins y otros tokens pueden sortear regulaciones nacionales, creando “vías de fuga” regulatorias. Por eso, muchas economías (UE, Japón, Singapur) ya requieren que los emisores de stablecoins obtengan autorización local y, por ejemplo, se constituyan como entidades dentro de la jurisdicción. Esta medida ayuda a colocar a las monedas globales dentro del perímetro regulatorio doméstico, minimizando riesgos. Aun así, el régimen de cada país difiere (como el alcance de las reservas de activos o las exigencias de auditoría), por lo que la comunidad internacional busca principios comunes, como “a igual riesgo, igual regulación”. En la práctica, la interoperabilidad legal pasará por acuerdos multilaterales (por ejemplo, alineando normas anti-blanqueo) y reconocimiento mutuo de licencias. De momento, el desarrollo de estándares globales (p. ej. el “Travel Rule” del GAFI) y la colaboración entre supervisores son esenciales para que los tokens puedan operar sin fricciones en diferentes mercados.

Privacidad y protección de datos

La adopción de blockchain también choca con normas de privacidad, especialmente en Europa. El RGPD otorga derechos como el “derecho al olvido” (eliminación de datos personales a solicitud), pero la naturaleza inmutable y distribuida de la blockchain dificulta borrarlos completamente. La autoridad francesa CNIL señala que “a primera vista, blockchain y el derecho al olvido no parecen compatibles”, porque si alguien exige la supresión de sus datos, rompería el principio de inalterabilidad del ledger. En la práctica, esto obliga a diseñar soluciones híbridas: por ejemplo, no almacenar datos personales sensibles en la cadena pública, o cifrarlos de modo que pueda “borrarse” la clave (haciendo inaccesibles los datos) en vez de eliminarlos físicamente. En resumen, cualquier proyecto tokenizado en la UE debe garantizar el cumplimiento del GDPR: nombres, documentos o cualquier dato identificable no deberían ser registrados sin protección. Mientras tanto, se debate cómo nombrar a los responsables del tratamiento (los nodos suelen considerarse responsables según la CNIL). En otros países, los marcos de privacidad son distintos (EE.UU. carece de un equivalente al RGPD), por lo que la implementación técnica de la tokenización debe adaptar su diseño a cada régimen legal, preservando confidencialidad y seguridad.

Riesgos y oportunidades para bancos, fintech y ciudadanos

  • Oportunidades: La tokenización abre nuevas oportunidades de negocio y acceso financiero. Las instituciones tradicionales (bancos, bolsas, custodios) pueden diversificar servicios: por ejemplo, ofrecer custodia de criptoactivos o tokenización de activos existentes (acciones, bonos, inmuebles). Esto puede traducirse en procesos más ágiles (p. ej. liquidación instantánea) y modelos innovadores (contratos inteligentes). Las fintech y startups, por su parte, pueden crear mercados peer-to-peer globales. Cointelegraph destaca cómo la tokenización facilita que las PYMES obtengan financiamiento sin depender sólo de la banca tradicional: pueden emitir tokens respaldados por sus activos (un inmueble, facturas por cobrar, maquinaria) y obtener préstamos directamente de una multitud de pequeños inversores en todo el mundo. De esta forma, la tecnología derriba barreras geográficas: una PYME en Europa puede atraer inversión desde Hispanoamérica gracias a plataformas blockchain sin necesitar autorizaciones cruzadas. Para los ciudadanos, esto democratiza la inversión: activos costosos como bienes raíces u obras de arte se fraccionan en tokens accesibles, aumentando la liquidez de estos mercados. En resumen, la tokenización promete más alternativas de crédito e inversión, y mayor inclusión financiera al conectar emprendedores e inversores globales.

  • Riesgos: Al mismo tiempo surgen nuevos peligros. Hoy la mayoría de los criptoactivos no se usan globalmente. Estamos entonces en un momento especulativo, lo que implica que las manos fuertes son las que manipulan el precio, aumentando en mucho la volatilidad. Hay fraudes y estafas: es importante informarse sobre los proyectos que emiten tokens sin respaldo real (sin un activo tangible detrás), basados solo en promesas de rendimientos, lo cual viola la esencia de la tokenización de activos reales. Las tensiones financieras pueden crecer: por ejemplo, si los bancos tradicionales emiten sus propias stablecoins, podrían generarse flujos de pasivos en blockchain sin claridad sobre seguro de depósitos o gestión de liquidez, como alerta el BIS. En general, la interacción entre mercados tokenizados y sistemas tradicionales (banca, bolsa) puede crear canales de transmisión de riesgo difíciles de prever. Reguladores apuntan que sin supervisión adecuada podría haber “ventas masivas” (fire sales) de activos seguros cuando un gran token pierde respaldo. Por último, está el riesgo de fragmentación normativa: cada país define categorías y límites distintos para tokens (p. ej. tokens de seguridad vs. de pago), lo que complejiza los negocios globales y puede derivar en competencia para atraer emisores si un lugar es menos estricto.

Impacto en estabilidad económica y acceso financiero

La adopción masiva de tokens financieros podría reconfigurar la estabilidad económica. Instituciones como el BIS resaltan que, si las stablecoins crecen mucho, podrían influir en los rendimientos de activos de refugio (por ejemplo, bonos del Tesoro) y plantear riesgos sistémicos en épocas de crisis. Para mantener la “unicidad del dinero” (que todas las monedas sean aceptadas al valor pactado), será clave que las monedas digitales cuenten con reglas similares al dinero tradicional: respaldo sólido, transparencia de reservas y protección al consumidor. Muchas jurisdicciones ya avanzan en esa línea (calificando las stablecoins como entidades reguladas similares a fondos del mercado monetario).

Por otro lado, el potencial de los tokens para expandir el acceso financiero es enorme. Al eliminar intermediarios costosos, se facilita que poblaciones no bancarizadas o mercados emergentes accedan a servicios financieros digitales. Por ejemplo, una persona en un país en desarrollo podría participar en inversiones tokenizadas sin necesitar infraestructura bancaria local. La Clarity Act impulsa esta visión en EE.UU., y legislaciones similares (como las mencionadas en Suiza o Alemania) crean un marco en el que la tokenización puede ofrecer préstamos instantáneos, pagos transfronterizos eficientes y acceso universal a instrumentos antes inaccesibles. En suma, bien regulada, la tokenización podría mejorar el acceso y la eficacia financiera global, siempre que se administre cuidadosamente el equilibrio entre innovación y estabilidad.

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